La orden de los Carmelitas Descalzos ha denunciado a uno de sus religiosos ante la Fiscalía por un presunto caso de pederastia en Castellón, según han confirmado a ELMUNDO.es fuentes de esta congregación religiosa.
Los responsables de esta orden en la demarcación Aragón-Valencia han adoptado esta medida al tener conocimiento de unos supuestos abusos sexuales a un menor de 16 años, que colaboraba como monaguillo en una parroquia de la provincia.
Al parecer, los hechos tuvieron lugar en el año 2007, aunque la congregación no los descubrió hasta hace unos días, tras recibir un escrito remitido por la víctima.
Según estas mismas fuentes, la carta "se ha puesto en disposición de la Fiscalía de la Comunidad Valenciana" para que investigue los hechos, aunque la orden ha adoptado medidas cautelares después de conocer la versión del sacerdote. Entre otros aspectos, sus superiores le han prohibido "mantener contacto con menores".
Se trata de la primera vez que una orden religiosa lleva un caso de este tipo ante la Justicia ordinaria en España, después de que el Papa Benedicto XVI aconsejara recurrir a este cauce en caso de abusos sexuales.
Prudencia en el Obispado
Fuentes de la congregación carmelita han asegurado que el sacerdote acusado de presunto abuso sexual fue trasladado del convento de la localidad castellonense de Burriana hace cuatro años al de la capital de La Plana, en las fechas en las que presuntamente sucedieron los hechos.
Desde el Obispado de Castellón mantienen la prudencia sobre este caso y remiten cualquier dato al padre procurador de los carmelitas en esta provincia, puesto que aseguran fuentes del Obispado que cada congregación tiene su propia jurisprudencia.
En cualquier caso, el 16 de abril el obispo de Castellón, Casimiro López, en su apartado de opinión que realiza habitualmente en EL MUNDO CASTELLÓN trató precisamente el tema de la pederastia, a colación, según expresaba, de los casos de abusos sexuales a menores prepetrados por algunos sacerdotes que estaban apareciendo en los medios de comunicación de todo el mundo.
En su opinión, López condenaba "sin reservas estos gravísimos delitos, que son más graves y execrables por haber sido cometido por personas en las que los fieles y, particularmente, los niños, ponen una confianza especial".
Proceso judicial
A este reconocimiento, el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón pedía perdón, indicando que "a la condena de los delitos se une nuestra petición de perdón a las víctimas y de compensación".
Concuerda la opinión del obispo con las decisiones tomadas por la orden carmelitana respecto al presunto sacerdote pedófilo, puesto que la máxima autoridad eclesiástica en Castellón añadía en su opinión que "debe ser alejado del ministerio aquél a quien conste que se ha manchado con esta infamia", para añadir, a modo de enfermo, "quien deberá someterse al debido tratamiento médico".
Respecto a la denuncia ante la Fiscalía por parte de la congregación carmelitana, Casimiro López también, en aquel artículo del 16 de abril, exponía el mismo criterio, al manifestar que "junto al justo proceso canónico, la Iglesia colaborará con las autoridades civiles".
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